La saca del corcho

Antes de convertirse en la materia prima que conocemos, el corcho debe extraerse del alcornoque. Esta operación, que consiste en sacar el corcho del árbol sin derribarlo, se llama saca del corcho o descortezado.

La saca del corcho es un arte ancestral que se rige por numerosas reglas. 

¿Cuándo se realiza la saca del corcho?

Para no perjudicar la capacidad del árbol para regenerar su corteza y para no matarlo en caso de mal manejo, se extrae el corcho durante el periodo de crecimiento activo del árbol. Por eso, la saca del corcho se da entre mediados de mayo y fines de agosto.

Es necesario respetar un tiempo de latencia de por lo menos nueve años entre dos descortezados para que la corteza tenga el espesor necesario.

Considerando que el alcornoque puede vivir hasta unos ciento cincuenta años, se puede realizar entre doce y quince sacas de corcho por árbol.

¿Cómo se realiza la saca de corcho?

Además de la estación y de los tiempos de pausa que deben respetarse, la saca de corcho exige unas destrezas muy exigentes: es necesario tener mucha habilidad.

Los sacadores de corcho tienen que evitar matar al árbol dañando los vasos que lo alimentan en savia. Por lo tanto, manejan sus hachas con mucha cautela y precisión. A menudo, cuentan con mucha experiencia para realizar esta operación delicada. 

Para proceder a la saca del corcho, tienen que seguir cuatro etapas de forma metódica:

  1. Partir la corteza a lo largo para abrirla. De esta forma se delimitan los bordes de las futuras planchas;           
  2. Separar al corcho de la capa madre, es decir de la casca generadora que protege la madera;
  3. Cortar horizontalmente para recortar la plancha de corcho;
  4. Retirar delicadamente la plancha cortada directamente en el árbol.

Los diferentes descortezados del alcornoque

A lo largo de su vida, los alcornoques son sometidos a varias sacas de corcho. De acuerdo con la edad del árbol, el corcho presenta diferentes características.

El primer descortezado se realiza en árboles de 25 a 30 años. El corcho así extraído es corcho macho que no puede usarse en la fabricación de tapones de corcho. Con su especial dureza e irregularidad, se suele utilizar para aislamiento o revestimiento. 

El segundo descortezado se hace nueve años más tarde. Esta saca permite extraer el corcho de primera reproducción. Éste, aunque menos duro que el corcho extraído la primera vez, no tiene la calidad necesaria para utilizarse en la fabricación de tapones. 

El tercer descortezado y los siguientes siguen realizándose cada nueve años. Esta vez, el corcho, al que se califica de “hembra”, es uniforme por lo que es apto para fabricar tapones.

La saca de corcho exige paciencia y destreza. Es necesario recurrir a sacadores de corcho experimentados que manejan hábilmente el hacha para extraer el corcho sin dañar los alcornoques. Sabiendo que la saca de corcho no puede realizarse sino cada nueve años, es imprescindible cuidar a los árboles. Para terminar, no todos los corchos pueden utilizarse como materia prima para la fabricación de tapones de corcho. Solo el corcho hembra tiene la calidad suficiente.