El paisaje de Borgoña es tan diverso como lo es su patrimonio vitícola. El viñedo de Borgoña ofrece de hecho una amplia gama de vinos con un territorio que se extiende desde Auxerre hasta la región de Macon. Descubra todas las características del viñedo de Borgoña.
El viñedo de Borgoña: presentación general
El viñedo de la región de Borgoña se extiende sobre 29.500 hectáreas que cubren cuatro provincias. Cada una de las provincias corresponde a una zona vitícola:
- Yonne, en donde están situados los viñedos de Chablis y Auxerre, por ejemplo ;
- Côte-d’Or, también llamada viñedo de la Côte de nuits ;
- Saône-et-Loire, con sus viñedos de Mâcon y Côte de Beaune ;
- Ródano, en donde están los viñedos de Beaujolais y Coteaux du Lyonnais.
El viñedo de Borgoña está fragmentado y produce principalmente vino blanco (un 60,5%).
La calidad de sus vinos depende de la apelación y de los climas. De hecho, este término fue incluido en el Patrimonio mundial de la UNESCO en 2015.
Las diferentes apelaciones del viñedo de Borgoña
El viñedo de Borgoña cuenta con una amplia diversidad, con no menos de 84 apelaciones AOC (Denominaciones de origen controlado). Muchas veces considerada como compleja, la jerarquización de los vinos de Borgoña puede presentarse de la siguiente manera, por orden de importancia descendiente :
- Apelaciones Grands Crus, que agrupan 33 apelaciones de prestigio, como Chablis ;
- Los Premiers Crus que representan un 10% de los vinos producidos en Borgoña, que mencionan sistemáticamente su pueblo de origen ;
- Las apelaciones municipales, que corresponden a un 30% de la producción. Las 44 apelaciones llamadas Villages pueden reconocerse por llevar el nombre del lugar de producción del vino ;
- Las apelaciones regionales, que representan la gran mayoría de los vinos de Borgoña, con un 50% de la producción. En esta categoría entran los vinos AOC Borgoña.
Las numerosas apelaciones de cada una de estas categorías se deben a la fragmentación del viñedo.
Las cepas del viñedo de Borgoña
A diferencia de los vinos bordeleses, los vinos del viñedo de Borgoña son de una sola cepa.
El Pinot Noir y el Chardonnay son sin lugar a duda los vinos más conocidos del viñedo de Borgoña. Sin embargo, existen otros vinos en esta región.
Además del Chardonnay podemos encontrar, para los vinos blancos de Borgoña, el Pinto Blanc reconocido por una AOC municipal y el Sacy, cuya producción sólo está permitida en la provincia de Yonne.
En cuanto a los vinos tintos, ya conocemos el Pinot Noir, pero asimismo existe el Pinot Gris también llamado Beurot. Este vino no existe sino en pequeñas cantidades y de forma dispersa en el territorio de Borgoña.
Por su parte, el Gamay se aprecia cada vez menos por culpa de su acidez. Lo siguen produciendo algunos viticultores, aunque en pequeñas cantidades, para su consumo personal.
Para terminar, el César y el Tressot son apelaciones “genéricas” presentes únicamente en Yonne. El Tressot viene a ser cada vez más infrecuente.
En conclusión, el viñedo de Borgoña ofrece una amplia gama de vinos blancos, así como vinos tintos. Por su fragmentación, está sometido a diferentes climas que permiten obtener cepas muy variadas como el Pinot Noir o el Chardonnay.