La reutilización de las botellas de vino: ¿la tendencia de mañana?

Hasta los años 1980 en Francia, los consumidores devolvían sus botellas de vino retornables a sus comerciantes. Esta costumbre se ha ido perdiendo. Hoy por hoy, vuelve a aparecer bajo una forma diferente llamada reutilización. ¿De qué se trata? ¿Cómo funciona? ¿Cuáles son sus virtudes y sus desventajas? Pasemos revista a este nuevo sector en pleno desarrollo.

En breve:

  • ¿Qué es la reutilización?
  • ¿Cómo funciona la reutilización?
  • Las virtudes de la reutilización
  • Las desventajas de la reutilización

¿Qué es la reutilización?

Según el sitio citéo: “La reutilización consiste en usar nuevamente un empaque para un uso idéntico al inicial, con un sistema de rastreabilidad y lavado industrial”. En resumen, se trata de darle una nueva vida a su botella de vino porque se vuelve a utilizar una vez lavada y reacondicionada por el productor. Este es el principio de la economía circular.

¿Cómo funciona la reutilización?

Todo empieza con el productor y/o el consumidor comprometido. El primero elige la reutilización (botella específica, etiqueta hidrosoluble…). El consumidor comprometido toma la iniciativa de comprar vino en una botella reutilizable, por lo general claramente identificada, con la etiqueta oficial de la red de consignatarios, fácilmente identificable por ejemplo en la cosecha Hérisson Malin orgánica de Jacques Frelin (de venta en Biocoop): “Devuélvame para ser reutilizada”. Al dorso de la botella, el mensaje también está claro: “Degústese y entréguese de vuelta a su tienda o en los puntos de reseauconsigne.com. La botella se recolectará, lavará y reutilizará”. Es una empresa que le da una nueva vida a las botellas y rediseña el sistema de distribución: Cafés, hoteles, restaurantes o tiendas se identifican como puntos de recolección ante los consumidores comprometidos para la entrega de las botellas reutilizables.

Las virtudes de la reutilización

Observemos primero que en Francia, en 2018, como lo indica el informe de la ADEME (Agencia del ambiente y el manejo de los desechos): “En 2018, el 86% de los empaques de vidrio fueron reciclados y el 60% de los franceses separan sistemáticamente sus desechos de vidrio”.
Entonces, ¿por qué la reutilización? Porque la botella no se rompe para volver a fabricarse. Según el estudio, la recolección, lavado y reutilización del empaque de vidrio necesitan un cuarto menos de energía y la mitad de agua que para el reciclaje, una solución que consume mucha energía (transporte, refundición, fabricación). Con la reutilización se reduce el impacto sobre el medio ambiente y se tiende a reducir los desechos.

Las demás ventajas, como apunta el Obsco y Citéo, son:

Impactos sociales: industria corta co-construida, nuevos hábitos de consumo… El comprador se convierte en un consumidor comprometido.

Oportunidades económicas: empleos locales, reducción de costos, dinamización de la malla económica territorial…

La reutilización se inscribe totalmente en el desarrollo sostenible con sus tres pilares: medio ambiental, social y económico.

Las desventajas de la reutilización

Durante la primavera de 2021, la generalización de los envases retornables fue coceada por la asamblea nacional. Por ello y a día de hoy, la reutilización se basa en la voluntad de los actores en la fuente: los productores. Y, a fin de cuentas, para que el circuito funcione por completo, reposa también en los consumidores que retornan sus botellas. Por ahora, apunta a las personas comprometidas que hacen su compra en tiendas como Biocoop, muy involucrada en el despliegue de la reutilización de las botellas de vino. A nivel ciudadano, hay mucha voluntad para reducir al máximo los desechos producidos. Y ¿a nivel de los consumidores? Entonces, ¿será la reutilización la tendencia de mañana? Acuérdense en 2016, cuando el decreto por el que se suprimían las bolsas plásticas de uso único se aplicó, fue necesario un tiempo de adaptación. Pero los franceses lograron cambiar sus hábitos de consumo. Ahora, todo el mundo tiene su propia bolsa reutilizable.


Anne Schoendoerffer, traducción de Benjamin Aguilar-Laguierce


Fuentes : ademe, citéo, Obsco, reseauconsigne.com, Anne Schoendoerffer