¿Quiénes son los pioneros del desarrollo sostenible?

El desarrollo sostenible forma parte de las políticas de los productores del nuevo mundo desde… ¡el siglo anterior! En aquel entonces, Europa recurrió a la agricultura orgánica. ¿Qué es el desarrollo sostenible? ¿Cuál es la visión de la OIV? ¿Quiénes son los pioneros de los sellos verdes? Pasemos revista a las iniciativas de Nueva Zelanda y Sudáfrica.

En breve:

¿Qué es el desarrollo sostenible?

La visión del director general de la OIV, Pau Roca

Los pioneros del siglo XX: Nueva Zelanda y Sudáfrica

¿Qué es el desarrollo sostenible?

Cada país productor de vino, o incluso cada región o Estado, tiene su visión propia del desarrollo sostenible.Cada uno maneja, según sus condiciones naturales, económicas o societales, su política green. Por lo tanto, existen numerosísimas agendas basadas en la trilogía: ambiental, social y económico.  Resaltemos la definición de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU de 1987: “Satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

La visión del director general de la OIV, Pau Roca

En 2020, en plena pandemia, Pau Roca, director general de la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino) anunció durante una conferencia en línea: “Las estrategias desarrolladas para adaptarse a los impactos ambientales, económicos y sociales del cambio climático marcarán el compás del futuro bienestar del sector. Por suerte, los productores de uva nunca han estado en denegación puesto que están en la primera línea de las consecuencias del cambio climático desde hace años. Estamos entrando en una nueva era, en la que un nuevo modelo económico debe desplegarse enfocándose menos en el crecimiento y más en el manejo del equilibrio natural. La crisis de Covid-19 reforzó dicha necesidad. Si la sostenibilidad fuera una medida única o un parámetro, alcanzaríamos esta nueva era económica en donde el rendimiento se mide en función de la conservación de un nuevo capital y una riqueza limitados: la conservación de la tierra. La sostenibilidad es un nuevo valor de crecimiento”.

Los pioneros del siglo XX: Nueva Zelanda y Sudáfrica

La industria viti-vinícola neozelandesa creó su sello de calidad « Sustainable Winegrowing New Zealand » (SWNZ) en 1994.   Pionera en la materia, Nueva Zelanda es también una de las primeras en haber implementado el programa de Carbono Cero (lo que es importante por ser una islas al otro lado del planeta). El SWNZ toma en consideración numerosos factores como la biodiversidad de los cultivos, los suelos, las normas de agua y aire, el uso de energía, el uso de productos químicos, los desechos vitícolas y vinícolas y las prácticas comerciales sostenibles. El programa reconoce también otras certificaciones medioambientales, incluyendo la ISO 14001 y la  producción de vino orgánico y biodinámico. la adhesión a todos los programas SWNZ es voluntaria. En la actualidad, el 96% de la superficie vitícola neozelandesa cuenta con la certificación SWNZ, y el 10% opera en el marco de programas orgánicos certificados y reconocidos. Y más del 90% del vino que se produce en Nueva Zelanda se transforma en instalaciones con sello SWNZ.

Sudáfrico ha puesto en marcha su programa IPW (Integrated Production of Wine) en 1998. La IPW ha adoptado una estrategia integral que cubre la totalidad de las etapas, desde la producción de uva hasta la elaboración del vino: exigencias de salud y seguridad para los trabajadores, reducción de los productos químicos y los pesticidas, reducción del consumo de agua… Este programa está relacionado con la BWI (Biodiversity and Wine Initiative). La BWI e IPW conforman juntas el programa SWSA (Sustainable Wine South Africa). En 2016, el 95% de los productores-exportadores correspondientes al 97% de las uvas vendimiadas se adherían a la certificación. Como lo declaró Joël Richard, exdirector del Polo Nacional de Desarrollo Sostenible del IFV (Instituto Francés de la Viña y el Vino), “Este sistema se siente como un desafío motivador y no como una obligación, ya que los costes adicionales generados se compensan con el desarrollo de las ventas”.

 Anne Schoendoerffer, traducción de Benjamin Aguilar-Laguierce

Fuentes: Anne Schoendoerffer, www.nzwine.com, www.ipw.co.za

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