Pasar la noche en casa de viticultores, vendimiar, participar de talleres de armonía entre platos y vinos… El turismo vitícola es un éxito rotundo con fuertes perspectivas de crecimiento, siempre que se estructure y promocione la oferta para dure a largo plazo.
En breve
- ¿Cuáles son las cifras del enoturismo en Francia?
- ¿Por qué lanzarse en esta actividad?
- ¿Cómo resaltar en este mercado?
- ¿Cuál es interés de trabajar con una red?
¿Cuáles son las cifras del enoturismo en Francia?
¡Vaya paradoja! Si bien la primera ruta de los vinos francesas nació en Borgoña en 1937, la cuna del enoturismo no es sino California, y se remonta a los años 1970. Se fue abriendo camino entre las bodegas del Nuevo Mundio antes de arribar a Europa, una década después… ¿Qué conclusiones se pueden sacar? Según Atout France, agencia de desarrollo turístico nacional, Francia recibe cada año a 10 millones de enoturistas, entre los cuales un 42% de extranjeros, y todos gastan 5 200 millones de euros. Aunque dichas cifras, que datan de 2016, no se han actualizado, la dinámica es la misma. “Gracias al trabajo de fondo liderado por las instituciones desde hace más de 20 años, la región de Burdeos se alza con el primer puesto de los mayores destinos enoturísticos del mundo. Aun así, en el inicio, los viñedos no veían interés en abrir sus puertas, puesto que vendían su vino en el mercado Burdeos y no en la propiedad” cuenta Catherine Leparmentier Dayot, directora general de la red de Great Wine Capitals.*
¿Por qué lanzarse en esta actividad?
Todas las regiones vitícolas se han ido uniendo a medio camino, movidas entre otras cosas por la crisis. Con justa razón. Esta forma de turismo dinamiza las ventas en la bodega y representa una fuente de ingresos diferente, que es menos víctima de los caprichos meteorológicos que la viticultura. En promedio, las explotaciones vitícolas ven un crecimiento de un 20% de su volumen de ventas al proponer prestaciones enoturísticas.Más que nada, los viticultores cuentan con una maravillosa herramienta marketing, gracias al contacto directo e instructivo con los consumidores, lo que propicia mayor notoriedad. “Cuando los visitantes se van llevando buenos recuerdos consigo, tienden a elegir su marca a la hora de comer en el restaurante o elegir un vino en la tienda” destaca Catherine Leparmentier Dayot.Sin embargo, matiza: “Las visitas seguidas de una cata de vinos ya no son suficientes. Para que este modelo económico funcione, debe tenerse en mente no solo al amante de los vinos, sino también al turista. Y lo que quiere el turista son experiencias inolvidables”.
¿Cómo resaltar en este mercado?
Déjese llevar por la imaginación. Desde las jornadas temáticas hasta programas completos –alojamiento, restauración, animaciones–, cada quien decidirá en función de sus objetivos y sus capacidades, acogiéndose a ciertos principios para maximizar sus posibilidades. Para empezar, la calidad de las prestaciones es la clave del éxito: comienza con el cumplimiento de los horarios y la formación del personal.“Si bien no necesita ser completa, la oferta debe destacar e incluir un aspecto gastronómico, porque es parte del placer esperado, bajo la forma de un taller de vinos y quesos, por ejemplo. Además, proponer con relativa frecuencia eventos es una forma de atraer a clientes locales, muchas veces durante la semana y en temporada baja” agrega Catherine Leparmentier Dayot.Ya habrá quedado claro: con mayor estructuración, estas nuevas actividades constituyen un segundo oficio que necesita tiempo y dinero. Antes de invertir, “es necesario un estudio de mercado para conocer las expectativas de los clientes, las propuestas que existen, las tarifas que se practican y para reflexionar en un posicionamiento”.
¿Cuál es interés de trabajar con una red?
Una vez creada la oferta, lo siguiente es darla a conocer con “un sitio web eficiente, bien referenciado, como mínimo bilingüe, y una presencia activa en las redes sociales, y velar por su reputación en línea” señala la experta.Y como la unión hace la fuerza, estrechar lazos con los gremios y agrupaciones vitícolas, cámaras agrícolas y de comercio, comités provinciales, regionales y oficinas de turismo, demás prestadores de servicios… es otro factor crucial para comercializar y promover su oferta. Enmarcarse en iniciativas también refuerza la eficacia de las redes: los sellos de calidad, como “Vignobles & Découvertes” de Atout France, y los concursos, como Best Of Wine Tourism. Para terminar, como empujón para la comercialización, “las plataformas de reserva en línea especializadas y las agencias receptoras constituyen puntos de intermediación útiles para nuevos clientes, especialmente a nivel internacional” concluye Catherine Leparmentier Dayot. ¡Ahora le toca a usted!
Florence Jaroniak, traducción de Benjamin Aguilar-Laguierce, © pexels Sama Bairamova
*Creada en 1999 por iniciativa de la Cámara de Comercio e Industria de Burdeos Gironda, la Red de Capitales de Grandes Viñedos (Great Wiine Capitals Global Network) busca favorecer los intercambios comerciales, turísticos y pedagógicos entre sus miembros. Entre otros, organiza el concurso Best Of Wine Tourism que recompensa cada año las propiedades y prestadores que propongan una oferta enoturística original y de calidad.
Bibliografía (descarga gratuita en el sitio de Atout France, en francés):
https://www.atout-france.fr/fr/catalogue/rendez-vous/imex-america-2023