La inteligencia artificial va cobrando cada vez más importancia, incluso en un sector con fama tradicional como el del vino. Muestra de ello es la multiplicación de las soluciones diseñadas por startups innovadoras. Al utilizarlas acertadamente, los actores del sector vitícola pueden asumir numerosos desafíos, y lo pueden hacer bien y rápido.
En breve:
- ¿Cómo funciona la IA?
- El viñedo con vista de águila
- De la cata a la compra
- El futuro del ser humano
¿Cómo funciona la IA?
Simular las capacidades cognitivas del ser humano: este es el principio de la inteligencia artificial. Creada en la década del sesenta y popularizada con ChatGPT, esta materia se va imponiendo en nuestro diario vivir, despertando miedos y mitos. “La IA no es sino otra herramienta más” aclara Charles Nespoulous, presidente de la startup Chouette y miembro del consejo de administración de la WineTech*. Reviste un doble interés: “automatizar las tareas repetitivas que consumen mucho tiempo” y “procesar enormes cantidades de datos para dar rápido la información correcta en el lugar indicado, el momento indicado y el formato indicado”. La IA no tiene sentido alguno si no ofrece “un retorno sobre inversión” en respuesta a problemáticas específicas. Por otra parte, el cambio climático está llevando los viticultores a cambiar sus prácticas. “En la actualidad, un error de gestión en una parcela puede llegar a poner en peligro toda la explotación, tanto más que el incremento de los precios de la materia prima y del material va recortando los márgenes”. Ahí es donde interviene la IA.
El viñedo con vista de águila
“Solo entre el 1 y el 3% de las cepas se controlan cada semana” cuenta Charles Nespoulous. Desde 2015, Chouette busca propugnar la vigilancia del viñedo con base en esta tecnología. ¿Cuál es su principio? Un sensor ubicado en el tractor genera imágenes que se recuperan con servidores y se procesan con algoritmos. “La IA fue entrenada para estudiar hasta 70 elementos distintos desde una base de datos de 35 millones de imágenes, construida con todas las regiones”. De ello resulta un balance del estado vegetal –posible enfermedad, vigor…– y, sobre todo, recomendaciones para evitar pérdidas de rendimiento, incrementar la calidad, optimizar elecciones como estrategias de tratamiento.
De la cata a la compra
Poco a poco, la IA se va expandiendo a todos los eslabones de la cadena, especialmente en el marketing, para crear descripciones o etiquetas o incluso para el vidrio. Por eso, la empresa bordelesa Winespace desarrolló Tastee, ganador de la “mejor nueva solución de business” de los V d’Or de 2024.“Este algoritmo puede analizar toda clase de comentario de cata textual para extraer la totalidad de las características organolépticas de un vino. Puede comparar los perfiles y segmentarlos, clasificarlos según su añada, modelizar la evolución gustativa del vino o incluso estudiar la influencia del corcho” explica Julien Laithier, presidente de Winespace. El Concours Mondial de Bruxelles (Concurso Mundial de Bruselas) lo utilizo para sintetizar los miles de informes de cata y obtener una ficha completa ponderada para cada vino (puntos fuertes, puntos débiles, perfil aromático y gustativo). Pionero de la realidad virtual en el sector vitícola, WineVision propone por su parte visitas inmersivas a 360°: viñedo, bodega, cubería… Integrado al sitio web de la explotación vitícola, puede accederse al recorrido desde diferentes dispositivos (cascos de realidad virtual, teléfonos, tablets…), recurre a chatbots, con el avatar el viticultor, para responder a las consultas del consumidor y se transforma en un showroom virtual interactivo gracias a un código QR colocado en las botellas.
El futuro del ser humano
“Uno de cada 5 visitantes “virtuales” quiere visitar luego las instalaciones” afirma Matthieu Varon. Para el cofundador de WineVision, “esta herramienta de comunicación ayuda al viticultor a diferenciarse y acompaña la compra toda vez que aumenta el volumen de ventas.” Baja del consumo, huella de carbono, falsificaciones… La lista de los desafíos a los que la IA puede responder es larga. Tiene un potencial inmenso, aunque también tiene sus límites. En el último salón ProWein, Moldavia presentó dos vinos elaborados con IA como herramienta de ayuda a la toma de decisiones a lo largo del proceso. Tras una cata comparativa, la mayoría de la gente prefirió el vino fabricado por una mano humana.
Florence Jaroniak, traducción de Benjamin Aguilar-Laguierce
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*Nacida en 2016, WineTech es una red que conecta, promueve y constituye empresas innovadoras del sector del vino. Cuenta a más de 130 startups entre sus miembros.