Vinos del valle del Ródano: una gama de néctares heteróclita

A lo largo de 250 km de norte a sur, el viñedo del valle del Ródano se va desplegando junto a un río vital, el Ródano. Ahí, los terruños y los vinos se conjugan con miles de matices. ¿Cuáles son sus características? ¿Sus cepas? Pasemos revista a uno de los más antiguos viñedos del mundo.

En breve:

  • Desde la cultura ancestral hasta hoy
  • El valle del Ródano septentrional y sus míticas apelaciones
  • Las 4 cepas reinas del norte del valle
  • En el sur, el valle del Ródano meridional y el arte del ensamblado

Desde la cultura ancestral hasta hoy

El viñedo se desarrolla a lo largo del Ródano desde la Antigüedad. Los romanos propiciaron su cultivo. Para el siglo XIV, los néctares, que entonces recibían el nombre de “Vinos de los Papas” adquirirían un renombre internacional.

Hoy en día, el viñedo del valle del Ródano se extiende sobre más de 66.000 hectáreas de viñas, lo mismo que, a decir de sus actores, “casi 70.000 campos de rugby”.En términos de volumen de vinos con apelación, se trata del segundo viñedo de Francia después de Burdeos. 5.000 explotaciones vitícolas produjeron 2,4 millones de hectolitros de vino en 2023.

En este viñedo, la gama de vinos es de lo más heteróclita. Con vinos blancos tranquilos, rosados,  los tintos siguen dominando el panorama, con un 74%, además de vinos suaves naturales y espumantes.

Con sus 31 AOC (Denominación de Origen Controlada), entre las cuales 17 crus, este gran viñedo se divide en dos zonas muy diferentes: en el norte, el valle del Ródano septentrional y en el sur, el valle del Ródano meridional. Suelos, clima, cepas, todo es distinto entre estos dos territorios.  Cabe destacar que otros sectores, como Vivarias o Luberon, así como Diois, que están más alejados del Ródano, forman parte de la región.

El valle del Ródano septentrional y sus míticas apelaciones

Las viñas se desarrollan a lo largo de magníficas lomas estrechas y empinadas, muchas veces arregladas con terrazas sostenidas por muros de piedra. Los suelos están conformados en lo esencial por granito o esquisto. En un clima templado con influencia continental, la brisa se hunde en el valle profundo. A lo largo y ancho del Ródano, de norte a sur, las míticas apelaciones van desfilan con Côte-rôtie, Condrieu, Saint-Joseph, Hermitage, Cornas…

Las 4 cepas reinas del norte del valle

Para el tinto, la cepa syrah es la que se impone. Propicia vinos potentes y aromáticos con matices de frutos rojos y negros, violetas y sublimes notas de especies, pimienta y regaliz que son característicos de esta cepa.

Para el blanco, dominan la viognier, marsanne y roussanne. La viognier tiene una boca dulce. De su olfato perfumado exhala frutas amarillas entre mango, pera, albaricoque y flores blancas. Conforma el 100% de los vinos con apelación Andrieu y Château-Grillet. A veces, como en Côtie-rôtie, se suma como pizca a la syrah.

La roussanne, con absoluta finura, desprendre perfumes florales desde la madreselva hasta el iris. Se suele asociar con la potente marsanne con aromas de frutos secos, como en la apelación Saint-Joseph o Hermitage.

En el sur, el valle del Ródano meridional y el arte del ensamblado

El viñedo meridional se despliega sobre mesetas y lomas con suaves pendientes. Los suelos están conformados por arcilla y gravilla, arena y guijarros. El sol brilla durante 2.800 horas al año y un viento tan seco como violento, el mistral, barre las nubes y reduce la humedad.

El arte del ensamblado

Ahí, las numerosas cepas se vinifican con ensamblado. Para el tinto, la garnacha lo domina todo. Esta sabrosa cepa entrega vinos con aromas de frutos negros, como la grosella negra y la mora. Conforme va envejeciendo, desprende notas de especies y carrascal. Se ensambla con la syrah, la mourvedre o también la cinsault y la cariñena. 

En la prestigiosa denominación Châteauneuf-du-pape, 13 diferentes cepas pueden conformar el ensamblado de los vinos tintos y blancos. La garnacha negra reina sobre los tintos. Se encuentra en las mejores condiciones en los magníficos y asombrosos suelos de guijarros, que otrora acarriera el río Ródano, los cuales absorben el calor del sol durante el día y lo restituyen durante la noche.

En el sur del valle, los rosados se suelen ensamblar con las mismas cepas que los tintos. Lo mismo sucede con la denominación Tavel, la AOC más antigua de Francia dedicada exclusivamente a los vinos rosados.

En cuanto a los blancos, el ensamblado se hace con garnacha blanca, clairette, bourboulenc, roussane, marsanne o vermentino, entre otras.

De norte a sur, desde los livianos néctares hasta los vinos de crianza, los vinos del valle del Ródano son una invitación a paseos enoturísticos para catar estos míticos líquidos o descubrir denominaciones en pleno crecimiento como Rasteau, Cairanne y muchas más.

Anne Schoendoerffer, traducción de Benjamin Aguilar-Laguierce

Fuentes: www.vins-rhone.com , Anne Schoendoerffer

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