Cuando el “instinto compartido” se vuelve el corazón de la nueva identidad y firma de marca de los vinos de Languedoc, nace una (hermosa) revolución para el primer viñedo de Francia. ¿Por qué? ¿Qué cambios? ¿Qué ventajas? Les contamos la historia de un viñedo que cambia (al fin) el paradigma del vino para adaptarlo a la vida real.
#InstinctPartagé
En breve:
- La historia de la revolución cualitativa de los AOC de Languedoc
- “Vinos de Languedoc, el instinto compartido”, la nueva identidad visual y firma de marca
- Despliegue de la campaña de comunicación
La historia de la revolución cualitativa de los AOC de Languedoc
Hasta en los años 1980, la mayoría del viñedo de Languedoc seguía orientada hacia la productividad. Era el modelo dominante, y eso en detrimento de la calidad. Pero algunos viticultores decidieron luchar por que se reconozca sus terroirs en AOC, señal de calidad y de origen. Esta lucha duradera, iniciada en los años cincuenta entre otros por Jules Milhau, economista y político, la ganarían en 1982 Faugères, Saint-Chinian y en 1985 Minervois, Corbières y Coteaux de Languedoc, ahora llamados AOC de Languedoc (que no debe confundirse con las diferentes apelaciones de origen protegido de Languedoc). Destacaremos que las AOC de Languedoc ya existían, así como el histórico Fitou, desde 1948.
En los años 1990, el Languedoc atrae a viticultores neófitos, con orígenes muy variados. Compraron viñedos en este hermoso terroir a precios asequibles y crearon los vinos a su gusto. Marcaron el inicio de una época en que se empieza a elaborar vinos a lo “parker”. En paralelo, las nuevas generaciones de los hijos de viticultores (y en particular cada vez más mujeres) retomaron las riendas de los viñedos familiares. Formados, conocedores de otros viñedos, hicieron evolucionar las prácticas de sus padres. Salieron de las bodegas cooperativas y crearon bodegas privadas, se interesaron por su entorno y dieron un giro hacia el vino orgánico. Era antes de los demás green labels, como el de Alto Valor Ambiental (HVE) de fines de los años 2000. Como lo resalta Miren de Lorgeril, Presidenta del Comité Interprofesional de los Vinos de Languedoc (CIVL)*, “la dinámica cualitativa del Languedoc es indudable: en una generación, el trabajo de fondo de los viticultores y negociantes en sus viñedos, sus cosechas, sus etiquetas, posicionó a la región como el dorado de los vinos franceses. Con este éxito debemos mostrarnos más exigentes, más ambiciosos, con mayores ganas de decir quienes somos”. Agrega: “las apelaciones del Languedoc corresponden al 10% del territorio de Languedoc, unas treinta mil hectáreas, esto es más o menos todo el viñedo de Borgoña”.
“Vinos de Languedoc, el instinto compartido”, la nueva identidad visual y firma de marca
“Hemos vuelto a la fuente. No hemos inventado nada. Muchas cosas ya fueron dichas” plantea Marion Danjou-Oury, directora de marketing del CIVL. En los hechos, es el fruto de un largo trabajo de concertación en que los productores y los consumidores han tenido la oportunidad de reaccionar por medio de cuestionarios y/o grupos de trabajo. “Teníamos que lograr expresar todo esto” cuenta durante la presentación de la nueva estrategía en preestreno ante la prensa, el 8 de junio de 2021, en el Château de l’Engarran.
La ambición de los viticultores de Languedoc es personificar la nueva escena vitícola francesa. La que sigue su instinto y rompe los paradigmas del vino.¿Cuál es su misión? Compartir con los consumidores el placer intenso e instintivo del vino. Es una verdadera revolución en el mundo vitícola, tan apegado a códigos muy complejos.
Esta nueva identidad del Languedoc se afianza alrededor de cuatro ejes de identidad:
-su Energía, sus energías: las de la tierra, el sol, el viento y su gente
-su Naturaleza, origen de todo, siempre auténtica
-su Carácter: siempre fuerte, auténtico, espontáneo -su Libertad: porque en Languedoc, se cuestiona el vino, se emprende, se abre nuevos caminos y se rompe paradigmas.
Despliegue de la campaña de comunicación
¿Aún no sabe de qué se trata? Nada más normal, porque esta flamante campaña de comunicación arrancó en junio de 2021 y se exportará desde enero de 2022. Los actores: los viticultores de las AOC Languedoc al natural, en acción, en instantáneas que ilustran cinco valores fundamentales en el corazón de la promesa de los vinos de Languedoc: espontaneidad, fuerza de carácter, energía creadora, compromiso y superación, sentido del placer. Todo esto define la realidad de sus vinos.
Todo esto tiene eco en las redes sociales, por medio de un sitio web (por venir), una película de marca y otra idea genial en que los vendedores de vino deben responder a dos preguntas, como por ejemplo: ¿Qué cosecha de Languedoc le propondría a Coluche en una lancha de pesca? Encontrará la respuesta en las redes sociales #InstincPartagé. O aquí 🙂 La cosecha Pompadour de la bodega Embres et Castelmaure. Como decía Simón Bolívar: “El instinto es un consejero leal”.
*El Consejo Interprofesional de los Vinos de Languedoc agrupa a 20 AOP de Languedoc. Este viñedo une a más de 1.600 empresas (bodegas privadas, negociantes y bodegas cooperativas). En 2020, las AOP de Languedoc produjeron casi 150 millones de botellas, con una cifra de ventas de 550 millones de euros. Los vinos son principalmente los tintos (60%), con un fuerte crecimiento de los vinos rosados (20%) que se producen hoy en las mismas proporciones que los vinos blancos (20%). Más del 30% de los vinos se exportan, sobre todo hacia Estados Unidos, Reino Unido, China, Bélgica, Alemania y Canadá.